
La lectura de los últimos libros han provocado en mí tales sentimientos de pena y compasión! Especialmente en referencia al mundo femenino.
Recuerdo con admiración la vida de mi madre. Su dedicación, su entrega, la cantidad enorme de trabajo, y quizás los pocos momentos de gratificación que nosotros le dábamos...
Y es que el mundo de la mujer... es el mundo de la mujer!
Sí, aún hoy en día con qué frecuencia la responsabilidad y economía de las familias reposa sobre sus hombros. Los hijos, la casa, la educación, el cuidado y atención...
"El abanico de seda" me ha permitido asomarme al inmenso mundo de China (lo que supuso para tantos millones de mujeres chinas durante milenios) en sus costumbres y tradiciones con respecto a la mujer.
Me gustaría que la fraternidad, igualdad y justicia para todos incluyera también y sobre todo a las mujeres...
Con todo cariño.