Paz con vosotros
16 de abril 2023
Todos estos textos del evangelio que hacen referencia a la Pascua, o a su experiencia pascual, se podría decir que los conocemos si no de memoria, sí de haberlos escuchado muchas veces.
Y no quiere decir que eso nos ayude mucho. Estamos tan acostumbrados a pensarlos como acontecimientos sucedidos tal cual, como si de relatos sucedidos en alguna de nuestras calles, que no atinamos a entender el mensaje que se esconde en ellos.
Como explican los exégetas de hoy en día, todos esos detalles utilizan un lenguaje que pretende transmitir lo que sintieron y descubrieron poco a poco aquellos primeros seguidores del Maestro de Nazaret.
El drama al que asistieron los espantó de tal manera que huyeron volviéndose a Galilea. Seguro que fueron días y noches de gran tensión y de mucha reflexión... hasta que comenzaron a sentir lo que cuentan de los dos discípulos que iban a Emaús: calor al sentir en su interior lo que decía Jesús de Nazaret. Y fueron descubriendo un montón de gestos y de acciones del Maestro que no habían entendido: Cómo había vivido, cómo se relacionaba con todos especialmente con los más débiles y marginados, toda la compasión, el cariño y la ternura que mostraba...
Y el gesto que tuvo en aquella última cena con todos ellos: Yo soy este pan que se parte y se entrega por todos...
Sintieron que seguía vivo, que su vida había tenido todo el sentido de la vida de Dios mismo, una vida que había sido más fuerte que la muerte y que todo.
Y empezaron a reunirse y a reflexionar juntos, a compartir... Y ahí viene el texto de este domingo: Aparece Jesús en medio de ellos -Paz con vosotros-; pero Tomás no estaba con ellos...
Fray Marcos ofrece este comentario: "Se hizo presente en medio sin recorrer ningún espacio. Jesús había dicho: “Donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Él es para la comunidad fuente de Vida, referencia y factor de unidad. La comunidad cristiana está centrada en Jesús y solamente en él. Jesús se manifiesta, se pone en medio y les saluda. No son ellos los que buscan la experiencia, sino que se les impone. Después de lo que habían vivido, era imposible que no pensaran en Jesús que estaba vivo."
"Al dejar claro en el relato que Tomás no estaba con ellos, pretende aportar una lección magistral para todos los cristianos. Separado de la comunidad, es imposible llegar a la experiencia de un Jesús vivo. El separado está en peligro de perderse. Solo cuando se está unido a la comunidad se puede ver a Jesús, porque solo se manifiesta en el amor a los demás que sería imposible si no hay alguien a quien amar. Nadie puede pensar en un amor intimista que pudiera existir sin hacerse efectivo en los demás".
Demasiado a menudo hemos vivido nuestra fe y nuestra religiosidad como algo personal e íntimo comunicándose directamente con Dios o con Jesús o con los santos y santas... Creo que la invitación que nos hace Jesús de Nazaret no es a vivir una religión o unas prácticas que debamos cumplir formando parte de su rebaño...
El seguimiento de Jesús implica vivir y hacer realidad en nuestro día a día lo que él mismo fue viviendo: Una confianza total en Dios nuestro padre; una compasión, ternura y solidaridad con los más débiles y marginados; una valorar a las personas como centro de nuestra vida; un vivir como hijos de nuestro Padre. Y creo que es entonces cuando comenzaremos a captar lo que significa el mensaje pascual, sentir que Jesús sigue vivo, que su vida superó todo límite y toda debilidad humana.
Hay que decir que, a pesar del ambiente de nuestra sociedad, hay personas (hombres y mujeres) que viven esa vida nueva. Abiertos a la fuerza e impulso del aliento de Dios (su Espíritu) viven como si hubieran alcanzado otro nivel, con una escala de valores tomados del evangelio...
Como escribe José A. Pagola: "Estos hombres y mujeres abiertos al Espíritu son fuente de luz y de vida. Su influencia es oculta y misteriosa. Establecen con los demás una relación que nace de Dios. Viven en comunión con personas a las que jamás han visto. Aman con ternura y compasión a gentes que no conocen. Dios les hace vivir en unión profunda con la creación entera.
Creo que ésa es la invitación que nos hace el evangelio de este domingo.
Texto del evangelio de JUAN 20, 19-31
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