sábado, 15 de enero de 2022

Nuestra adhesión a Jesús

No tienen vino

16 de enero 2022

El texto del evangelio de Juan que escuchamos en este fin de semana es el de las Bodas de Caná. Un texto de todos conocido.

Inma Calvo hace esta presentación: -"El relato de las Bodas de Caná es una Tercera Epifanía o manifestación de Dios en el mundo. Toda la simbología de la boda —las tinajas vacías o el vino bueno que se deja para el final— nos está hablando de la singularidad de Jesús. Su mensaje es como ese vino excelente, capaz de reanimar una boda, capaz de devolver la Alegría al mundo." 


Me parece importante que cuando leamos o escuchemos el evangelio no nos quedemos en la mera narración como si se tratara de una historieta o de un cuento. Siempre hay un mensaje que se dirige a nosotros, que nos cuestiona.


Ahí nos encontramos con que, detrás de esa simbología, me está preguntando si Jesús de Nazaret es para mí una manifestación de Dios. Hoy en día, ahora, ¿qué significa para mí?

Juan, en su evangelio nos cuenta cómo se encontraron con él sus primeros seguidores... -¿Dónde vives, Maestro? -Venid y lo veréis... Y se quedaron con él. Luego Andrés se lo cuenta a Pedro, su hermano, y Juan se lo dirá a Santiago, su hermano...

Luego, invitaron a Jesús a una boda y sus seguidores fueron con él...

Y, al final, dice que "sus discípulos le dieron su adhesión".


¿Qué vieron en Jesús? ¿Qué provocó en ellos esa adhesión? Algo que marcó su vida y les empujó a vivir al estilo de su Maestro y a anunciar y proclamar que Jesús de Nazaret era la Buena Noticia para todos. Y no sólo para los judíos...


Preparando el Sínodo de la Iglesia, como cada miércoles, tuvimos nuestra reunión y nos leyeron el texto del evangelio en el que Jesús le pregunta a Pedro: -Pedro, ¿me amas? Y se lo pregunta tres veces... El comentario que escuchamos no fue para repetir o entender lo que le dijo a Pedro, sino que fue como que nos preguntaba a cada uno de nosotros: -Y tú, ¿me amas? ¿Estás conmigo? ¿Me sigues?


Hoy, con el tema de la boda (los invitados; María señala que se han quedado sin vino; Jesús manifiesta algo nuevo que provoca la adhesión de sus discípulos), me obliga a reflexionar si Jesús de Nazaret es para mi algo más que un personaje, una celebridad, alguien de quien se cuentan historias más o menos fantásticas. O, por el contrario, comienzo a sentirlo como fuente de vida nueva...


Tal y como comenta José A. Pagola: -"Los primeros cristianos experimentaron a Jesús como fuente de vida nueva. De él recibían un aliento diferente para vivir. Sin él, todo se les volvía de nuevo seco, estéril, apagado. El evangelista Juan redacta el episodio de la boda de Caná para presentar simbólicamente a Jesús como portador de un «vino bueno», capaz de reavivar el espíritu."


Me parece una buena imagen para nuestra vida: Jesús portador de un vino bueno, capaz de reavivar nuestra vida.


Y termina su comentario de esta manera: -"Jesús puede ser hoy fermento de nueva humanidad. Su vida, su mensaje y su persona invitan a inventar formas nuevas de vida sana. Él puede inspirar caminos más humanos en una sociedad que busca el bienestar ahogando el espíritu y matando la compasión. Él puede despertar el gusto por una vida más humana en personas vacías de interioridad, pobres de amor y necesitadas de esperanza."

Y la observación de María: "No tienen vino". Un detalle muy femenino. Y cuánta necesidad tiene hoy la iglesia de esa observación femenina! Esperemos que no tarde el día en el que nos dejemos guiar por su manera de ver, de intuir y de atender a los que más lo necesitan.

Texto del evangelio de JUAN 2, 1-11 Bodas de Caná



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