sábado, 25 de mayo de 2019

El que me ama guardará mi palabra

26 de Mayo de 2019

Resultado de imagen de africanos y asiáticosSeguimos leyendo y escuchando el texto del evangelio de Juan. Un texto que nos hace ver y entender cómo aquella primera comunidad de seguidores expresaba su fe en una práctica que llamaba la atención: "Mirad cómo se aman..." (Hechos de los apóstoles) y el evangelio dice: "En eso conocerán que sois mis discípulos, si os amáis como yo os he amado..."
Ésa es la señal del cristiano. Y hoy insiste el texto: "El que me ama guardará mi palabra". Se puede decir más alto, pero no más claro. Y guardar no es comprar un libro y tenerlo guardado en nuestra casa. Guardar querrá decir: vivir al estilo y manera de Jesús. Es su Buena Noticia hecha carne de nuestra carne.  Algo que muestre claramente cuales son los valores de nuestra vida.
Completando el texto del evangelio tenemos sus cartas en las que llegará a decir que: "Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios..." "Y el que dice: Yo amo a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios a quien no ve, si no ama a su hermano a quien ve?..."
Tomo prestado un texto que me ha gustado mucho y me hace reflexionar precisamente sobre este punto y señal. Es de Mª Teresa Sánchez Carmona: "Dios es AMOR. Quien es de Dios y está en Dios AMA. Simple, que no simplista.
Y si el otro | uno/a mismo/a es hetero, homo, bi, trans o de cualquier identidad sexual, ama. Y si quiere –o no– tener un hijo dentro o fuera del matrimonio, ama.
Y si la familia es de ellos, ellas o elles, de blanco y negro o de todos los colores, ama.
Y si el matrimonio o relación falla, y uno pasa página para no amargarse la existencia, ama.
Y si el religioso, cura o monja se enamora de alguien que le quiere y corresponde, ama.
Y si el otro elige una opción de vida, muerte o pareja diferente de la tuya, por autenticidad y coherencia, ama..." (
teresa_sc@hotmail.com)
Eso sería guardar su palabra. Vivir de esa manera es seguir sus huellas, muy por encima de toda práctica religiosa, por encima de normas y reglas, por encima de la religión misma... Y eso es universal. Como dice Juan (en el evangelio y en sus cartas), como lo entendía aquella primera comunidad: el que ama es de Dios. Resulta curioso cómo el ambiente de la religión ha ido dando unos tintes muy especiales al Amor. Es como si hubiera clases diferentes de amor y que si no está dentro del corralito de mi religión, ya no vale...
José A. Pagola comenta así: "Que no se pierda mi mensaje. Es el primer deseo de Jesús. Que no se olvide su Buena Noticia de Dios. Que sus seguidores mantengan siempre vivo el recuerdo del proyecto humanizador del Padre: ese «reino de Dios» del que les ha hablado tanto..."
Un puntito más de reflexión de la mano de Fray Marcos: "Este discurso de despedida, que Juan pone en boca de Jesús, nos habla de cómo entendía y practicaba aquella comunidad el seguimiento de Jesús. No se trataba de seguir a un líder que desde fuera les marcaba el camino, sino de descubrir la experiencia más profunda de Jesús, y repetirla en cada uno de los cristianos."
Texto del evangelio de Juan (14,23-29)

domingo, 19 de mayo de 2019

La señal del cristiano

19 de Mayo de 2019

Resultado de imagen de que os ameis los unos a los otrosEl texto que escuchamos en la eucaristía de hoy me obliga a reflexionar y revisar el concepto que guardo dentro de mí para identificarme como "cristiano". Y me surgen dos respuestas que distan mucho de estar en sintonía con el mensaje de Jesús de Nazaret: 
Jesús nos habla de su proyecto y estilo de vida. Nos propone actitudes y modos de hacer (tantas parábolas: el rico epulón, el buen samaritano, el hijo pródigo, el buen pastor...) y salta por encima de las leyes y mandamientos porque "el sábado es para el hombre y no al revés". Y recuerda que "si vas a hacer tu ofrenda y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra tí, deja tu ofrenda y ve primero a reconciliarte con tu hermano..."
Todo eso me hace recordar que, en nuestra iglesia y en las enseñanzas que hemos recibido, se mira con lupa si "sabemos el catecismo" (la doctrina) y se pasa por alto nuestra práctica. Algo así como si nos examinaran de la "teoría" y con eso nos dieran el carnet de "cristiano". De manera que da igual cómo vayas por la vida. Si conduces drogado, si atropellas a alguien, si te saltas los semáforos...
Y "la señal del cristiano" es... Sí, si lo consultas en Google te aparece: La señal del cristiano es la cruz (la santa cruz)...
Tomo la introducción que escribe Inma Calvo en ecleSALia.net: "El catecismo de la primera comunión afirmaba que la señal del cristiano es la santa cruz, pero el evangelio de este domingo proclama algo muy distinto. Como dice la expresión popular, el hábito no hace al monje, y los signos externos, o las programaciones, no nos cambian por dentro. Se trata de reconocer, en nuestro interior, ese tesoro escondido y desplegarlo en las relaciones humanas. La señal del cristiano es que nos amamos, a nosotros mismos y a todos los demás."
Es increíble la cantidad de libros, explicaciones, comentarios, charlas y conferencias, sermones, encuentros y retiros que se han hecho y publicado a lo largo de la historia de la iglesia! Miles y miles, por no decir millones, intentando hacernos entender algo tan sencillo como expresar ese mensaje de Jesús de Nazaret:"Amaos como yo os he amado. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros..."
Como que tendrían que quitarnos el carnet de "cristianos" y volver a empezar. Además de que, a partir de ahora, sólo servirá el examen práctico, nada de teoría.
El comentario que hace Fray Marcos me ayuda a centrarme en esa señal del cristiano, del seguidor de Jesús de Nazaret: "Jesús no propone como primer mandamiento el amar a Dios, ni el amor a él mismo. Dios es don total y no pide nada a cambio. Ni él necesita nada de nosotros, ni nosotros le podemos dar nada. Dios es puro don. Se trata de descubrir en nosotros ese don incondicional de Dios, que a través nuestro debe llegar a todos. El amor a Dios sin entrega a los demás es pura farsa. El amor a los demás por Dios y no por ellos mismos, es una trampa que manifiesta egoísmo. El amar para que Dios me lo pague no es más que una programación calculada. La exigencia de Jesús no es con relación a Dios, sino al hombre."
Texto del evangelio de Juan (13,31-33a.34-35)

viernes, 10 de mayo de 2019

Cómo expresamos nuestra fe

12 de Mayo de 2019

6359650-9591594Seguimos en el tiempo pascual y el texto del evangelio que escuchamos en la eucaristía del domingo (tomado del evangelio de Juan) nos invita a reflexionar sobre ese Jesús de Nazaret al que proclamamos "vivo", "resucitado".
Inma Calvo escribe una nueva entrada en ecleSALia.net y ofrece este bello resumen: "Jesús no llegó a pronunciar el discurso del buen pastor. Fue la comunidad de Juan la que expresó su fe con esta imagen tan elocuente, llena de simbolismo en cada una de sus enigmáticas frases. Mis ovejas escuchan mi voz (la buena nueva) y me siguen (se ponen en marcha). Yo les doy vida definitiva (la misma que Jesús ha recibido de Dios). El Padre y yo somos uno (Jesús, viviendo para los demás, está identificándose con lo que es Dios)..."
Leyendo este comentario y lo que nos dicen otros maestros de hoy en día, me pregunto cómo entendemos y expresamos nosotros nuestra fe en Jesús de Nazaret? Y me hago un repaso a mí mismo: Mi fe en Jesús de Nazaret... no creo que sea la misa a la que asisto los sábados o los domingos. Tampoco creo que sean las oraciones que rezo de cuando en cuando; ni alguna que otra devoción que todavía me queda... Entonces ¿Quién es para mí? ¿Qué significa en mi vida? ¿A qué me compromete?
En mi interior, también yo, me apoyo en esas expresiones de aquella primera comunidad de seguidores: "El buen pastor"; formo parte de las "ovejas que le siguen"; Jesús me da "la vida definitiva"  y, a través de Jesús entro en "la vida de Dios mismo". Pero eso son como muletas de apoyo que, luego, en la vida real apenas si expresan ideas, pensamientos religiosos, como una tradición y algo que hemos recibido de nuestros mayores y de los maestros que hemos tenido.
Pero, reflexionando en serio, cómo expresaría mi fe en Jesús de Nazaret?
Mira que tenemos grabadas las lecciones antiguas del catecismo! Jesús, nuestro pastor, que nos salva del pecado y nos lleva a la vida eterna... Y para eso, cumplo los mandamientos, rezo, voy a misa y procuro portarme bien... Eso tiene traducción?
Fray Marcos me ayuda a entender: "Es una pena que al hablar de vida eterna sigamos pensando en una vida biológica para más allá. La verdad es que los evangelios nos hablan de una Vida que hay que vivir aquí y ahora..."
Dice el texto del evangelio (como entendía aquella primera comunidad): “Mis ovejas escuchan mi voz... Y ellas me siguen”. No basta escuchar, hay que ponerse en movimien­to y entrar en la nueva dinámica. La buena noticia de Jesús consiste en manifestar que hay una nueva manera de afrontar la existencia humana..."
Me digo que, en medio de tanta publicidad, de tanta política y de tantas ofertas, los que nos decimos "seguidores" del Maestro de Nazaret debemos tener una expresión nuestra que realmente indique que sí que lo somos de verdad, que hay una "buena noticia" en nuestra vida. Que no es propaganda electoral, ni expresiones de una religiosidad de iglesia o de convento. Es la vida que toma como modelo a ese "buen pastor" que da la vida por sus ovejas...
"Dar la Vida no significa dejarse matar, sino matarse por los demás..."  Así  lo expresa Fray Marcos.
Y a mí me queda intentar día a día vivir "matándome" por los demás, hacer realidad una solidaridad compasiva y tierna hacia los que me rodean, en especial hacia los más débiles, los que apenas si pueden sobrevivir y la vida se les cae a pedazos. Sí, los hay también entre nosotros y probablemente pasamos de largo sin siquiera verlos.
Texto de evangelio de Juan (10,27-30)


sábado, 4 de mayo de 2019

Nuestra experiencia pascual

5 de Mayo de 2019

Resultado de imagen de no pescaron nada en toda la nocheEn este tercer domingo de Pascua se nos propone el texto del evangelio de Juan (Una aparición de Jesús junto al lago, la pesca milagrosa, el reconocimiento del Señor...) y, de nuevo, se nos plantea a nosotros como si fuera un acertijo: ¿Quién es? ¿De verdad es él? ¿Nos importa y nos afecta? ¿Seguimos con nuestra rutina?
Me gusta cómo lo plantea Fray Marcos: "Nuestro problema sigue siendo la experiencia pascual. Se trata de una vivencia interior que, o se tiene y entonces no hay que explicar nada, o no se tiene y entonces no hay manera de explicarla. Esta simple constatación es la clave para afrontar los textos evangélicos que quieren transmitir dicha experiencia. No hay ni palabras ni conceptos en los que poder meter la realidad vivida, por eso lo primeros cristianos acudieron a los relatos simbólicos..."
De ahí que, muy frecuentemente,  nosotros volvamos a nuestra rutina (a lo que siempre hemos hecho), y todo eso de la Pascua se nos haya quedado en una celebración, en unos actos religiosos, en unos relatos más o menos fantásticos que hace mucho mucho tiempo vivieron unas personas.
Insiste Fray Marcos: "El objeto de estos textos no es explicar ni convencer, sino invitar a la misma experiencia que hizo posible la absoluta seguridad de que Jesús estaba vivo. Descubriremos la fuerza arrolladora de esa Vida y podremos intuir la profundidad del cambio operado en ellos. Las autoridades religiosas y romanas no solo pretendieron matar a Jesús, sino borrarle de la memoria de los vivos. La crucifixión llevaba implícita la absoluta degradación del condenado y la práctica imposibilidad de que esa persona pudiera ser rehabilitada de ninguna manera..."
Y hoy en día lo que nos hace revivir y experimentar la resurrección de Jesús es la transformación que se opera en algunas personas entre nosotros, gentes que a medida que aceptan el proyecto de Jesús van sintiendo y viviendo esa nueva vida al estilo de Jesús de Nazaret. Es su experiencia pascual y son capaces de "ver al Señor" y su vida ya no volverá a ser una rutina.
Creo que ésa tiene que ser nuestra mayor aspiración. Y, claro, no es a fuerza de estudiar o a fuerza de rezar. No, creo que todo lo que Jesús les pedía es una conversión total, un cambio de valores que nos llega a parecer cosa de locos; pero es que si tomamos los valores que nuestra sociedad ofrece y los que propone Jesús como buena noticia, nos damos cuenta de que estamos en el ABC.
Cierro los ojos y me digo que, a pesar de todo, me propongo unirme a su proyecto (el de Jesús) y dejar que su espíritu y su fuerza me ayuden a caminar tras sus huellas.
Texto del evangelio de Juan (21,1-19)

Se acerca vuestra liberación

Esta despiertos en todo tiempo 1 de diciembre 2024 Este domingo comenzamos el tiempo de Adviento. Acostumbramos a celebrarlo como una prepar...