domingo, 22 de octubre de 2017

A Dios lo que es de Dios

Domingo 22 de octubre de 2017

Resultado de imagen de a Dios lo que es de DiosHoy, el texto que hemos escuchado en la eucaristía nos presenta la cuestión que plantean a Jesús sobre pagar el tributo al César o no... La respuesta la sabemos: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."
Esa respuesta de Jesús ha servido para muchos sermones y explicaciones. En muchos casos la solución final se quedaba en que las cosas de este mundo (el trabajo, la economía, la política, etc.) había que resolverlas siguiendo las leyes del "César", de las autoridades políticas. Y a Dios se le daba la parte espiritual, el alma, la religión, los actos de caridad. O sea, algo así como una división de poderes. De esa manera hemos conseguido tener un mundo en el que parece que Dios no tiene nada que decir ni recibir. Lo de esta sociedad, lo de nuestra tierra, lo resuelven los que mandan aquí...  Y Dios se tiene que contentar con el "otro mundo"...
Pero, realmente es así como lo planteaba Jesús de Nazaret?
La iglesia, como institución, se ha ido contagiando de la manera y estilo del poder de los grandes y poderosos. Y así se ha construido una sociedad en la que aparecen los hombres que forman la "Jerarquía", los que mandan, adoptando un protocolo, unas ceremonias y vestiduras, palacios e iglesias que muestran a todo el mundo su poder y su riqueza.
Todo eso es muy difícil de compaginar con el evangelio o buena noticia del reino de Dios que vivía, explicaba y proclamaba Jesús de Nazaret.

Fray Marcos lo comenta muy bien y tomo prestados estos párrafos: "Se ha predicado que había que estar más pendiente del César religioso que del César civil. Ningún ejercicio del poder es evangélico. No hay nada más contrario al mensaje de Jesús que el poder. Siempre que pretendemos defender los derechos de Dios, estamos defendiendo nuestros propios intereses. El que te diga que está defendiendo a Dios, en realidad lo está suplantando. Tampoco el estado tiene derecho alguno que defender. Los dirigentes civiles tienen que defender siempre los derechos de los ciudadanos.
No defendemos el anarquismo. A contrario, una sociedad, aunque sea de dos personas, tiene que estar ordenada y en relaciones mutuas de dependencia. En ella, una tiene mayor responsabilidad; pero todas las relaciones humanas deben surgir del servicio y la entrega a los demás, no del dominio. Ningún ser humano es más que otro ni está por encima del otro. “No llaméis a nadie padre, no llaméis a nadie jefe, no llaméis a nadie señor…”
Claro que tiene que haber un orden. Es ridículo concluir que Jesús está contra la autoridad. Pero si nos atenemos al evangelio, el primero será quien mejor sirva a los demás. El evangelio, no da pie a una “jerarquía” que significa literalmente: poder sagrado. La única autoridad que admite es el servicio. Jesús nunca mandó servir al superior. Lo que sí mandó, por activa y por pasiva, es que el superior sirva al inferior."

Se nos hace tan difícil aceptar y asumir el estilo de Jesús que terminamos diciendo que todo eso es una "utopía". Así pues, lo dejamos a un lado y nos decimos que "eso es lo que hay". Pero no será mejor que lo piense más despacio y trate de aplicarlo a mí mismo? Que soy mayor, pues entonces me pongo a servir a los pequeños. Que tengo más medios, pues me pongo a disposición de los más desfavorecidos. Que sé más, entonces trato de ayudar y compartir con los que no han podido aprender...
Texto del evangelio de Mateo (22, 15-21)

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