domingo, 27 de noviembre de 2016

A la hora que menos penséis

Domingo 27 de noviembre de 2016

Resultado de imagen de a la hora que menos penséis viene el hijo del hombreComienza el tiempo de Adviento que nos recuerda que ya se acerca la Navidad y la iglesia nos recuerda con sus celebraciones, comentarios y sermones que tenemos que prepararnos...
El texto de la celebración de hoy está tomado del evangelio de Mateo: "Estad atentos y vigilantes... Si el dueño de la casa supiera a qué hora de la noche viene el ladrón..." "Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el hijo del hombre..."
Casi siempre hemos tomado estas palabras como una petición o exigencia de prepararnos para nuestra muerte, o para el juicio final. O sea algo personal, íntimo, como cosa de mi conciencia o de mi alma. Pero, realmente, tiene sentido esa actitud?
Es como poner todo nuestro esfuerzo en "salvarme yo", limpiar mi conciencia y aprobar en el examen final. De ahí la cantidad de prácticas piadosas, rezos y oraciones, novenas y rosarios, penitencias y sacrificios, misas y sacramentos. De esa manera nos preparábamos para recibir al niño-Dios y nos encontrábamos en disposición de dar cuentas en un juicio final.

Me parece que el mensaje de Jesús de Nazaret va mucho más allá. No es posible una buena acogida del Señor y de su mensaje si no tenemos en cuenta a nuestros hermanos. Así lo comenta José Antonio Pagola: "Precisamente, la manera más fácil de falsear la esperanza cristiana es esperar de Dios nuestra propia salvación eterna mientras damos la espalda al sufrimiento que hay ahora mismo en el mundo. Un día tendremos que reconocer nuestra ceguera ante Cristo Juez: ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, extranjero o desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Este será nuestro diálogo final con él si vivimos con los ojos cerrados...

"A la hora que menos penséis..." Así es. Al hijo del hombre, a todos esos que padecen el abuso, la marginación, el desprecio o simplemente el olvido... los podemos encontrar en nuestras calles, en cualquier esquina. Entonces, si soy capaz de intentar una sociedad más solidaria, un mundo más humano y compasivo, habré entendido lo que significa eso de estar vigilantes y preparados... porque viene el Señor.

Sentimos, en más de una ocasión, que la iglesia, el cristianismo, ha pasado de moda, que no tiene atractivo, que ha envejecido. Pagola añade este comentario: "...Probablemente, la poca sensibilidad al sufrimiento inmenso que hay en el mundo sea uno de los síntomas más graves del envejecimiento del cristianismo actual. Cuando el papa Francisco reclama «una Iglesia más pobre y de los pobres», nos está gritando su mensaje más importante e interpelador a los cristianos de los países del bienestar..."

Podríamos decir que esa "sensibilidad al sufrimiento que hay en el mundo, en mi sociedad" podría ser el test de mi preparación y vigilancia... "Porque a la hora que menos penséis..."
Texto del evangelio de Mateo 24,37-44

domingo, 20 de noviembre de 2016

La cruz es un adorno?

Domingo 20 de noviembre de 2016

Resultado de imagen de los condenados de la tierraHoy nos propone la celebración de la fiesta de "Cristo Rey"... Se ha repetido tanto que ya no nos llama la atención. "Rey del universo", "Rey de reyes", rey revestido de ricos ropajes, de toda una corte de ángeles y santos y santas... Rey que está por encima de todos los poderosos de este mundo.
Esa es la imagen que ha entrado en nuestra mente a través de las representaciones, de las charlas y sermones.
Pero, tiene algo que ver con la realidad de Jesús de Nazaret?
Creo que esa imagen está en el extremo opuesto del proyecto de Jesús, de su vida, de su estilo, de sus palabras, de la buena noticia del reino de Dios.
La cruz, que es el único trono que tuvo, fue el signo y símbolo del rechazo, de la exclusión, del mayor castigo y condena que se aplicaba a un hombre (especialmente aplicado a esclavos, asesinos y malhechores).
Los doctores y sabios de la iglesia han elevado tanto la figura de Jesús de Nazaret que la imagen de Jesús (rechazado, excluido, condenado y asesinado en la cruz) se ha cubierto de gloria, revestido de púrpura y rodeado de una corte celestial... de manera que la cruz termina convirtiéndose en un adorno que podemos lucir...
Entonces, ¿nos olvidamos de la cruz? Adoramos y reverenciamos al gran vencedor? 
No sería más correcto centrarnos en el estilo de vida de Jesús? Su cruz, consecuencia del camino que siguió, del planteamiento de su proyecto (el reino de Dios).

José Antonio Pagola comenta hoy: "Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde solo hay indiferencia ante los que sufren. Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera humilde de cargar con la Cruz de Cristo...
Comenta un poco más adelante: "El teólogo católico Johann Baptist Metz viene insistiendo en el peligro de que la imagen del Crucificado nos esté ocultando el rostro de quienes viven hoy crucificados. En el cristianismo de los países del bienestar está ocurriendo, según él, un fenómeno muy grave: «La Cruz ya no intranquiliza a nadie, no tiene ningún aguijón; ha perdido la tensión del seguimiento a Jesús, no llama a ninguna responsabilidad, sino que descarga de ella»...

Llevar la cruz, decirse cristiano o seguidor de Jesús de Nazaret, no puede ser un adorno. Tiene que ser más bien la dirección o camino a seguir.

Lo que sigue está tomado de unos comentarios que hizo el papa Francisco en un encuentro con Movimientos Populares (III Encuentro Internacional): 
"¿Qué le pasa al mundo de hoy que, cuando se produce la bancarrota de un banco de inmediato aparecen sumas escandalosas para salvarlo, pero cuando se produce esta bancarrota de la humanidad no hay casi ni una milésima parte para salvar a esos hermanos que sufren tanto? Y así el Mediterráneo se ha convertido en un cementerio, y no sólo el Mediterráneo… tantos cementerios junto a los muros, muros manchados de sangre inocente."

Texto del evangelio de Lucas (23,35-43)

domingo, 13 de noviembre de 2016

Testigos humildes

Domingo, 13 de noviembre 2016

Una vez más las palabras de Jesús que nos ofrece el texto de Lucas (habla de la destrucción del templo de Jerusalén, de tiempos difíciles y revueltos, hambres, persecuciones, guerras...) nos descolocan. No son palabras de tranquilidad y seguridad, de sentirnos salvados... Nos insiste, eso sí, en fiarnos de él y de su palabra. Y que hagamos todo lo posible en perseverar...

Y con eso, miramos a nuestro mundo, a nuestra sociedad y sentimos que ya tenemos bastante de todo eso: Revueltas, hambres, marginación y persecución, guerras, abuso de los grandes y poderosos... y un mundo en el que hasta los grandes y poderosos parece que se apuntan a actitudes de exclusión, cierre de fronteras, expulsión de ilegales e indocumentados.

¿Qué tenemos que hacer?
José Antonio Pagola comenta así: "Llamada al realismo. En ningún momento augura Jesús a sus seguidores un camino fácil de éxito y gloria. Al contrario, les da a entender que su larga historia estará llena de dificultades y luchas. Es contrario al espíritu de Jesús cultivar el triunfalismo o alimentar la nostalgia de grandezas. Este camino que a nosotros nos parece extrañamente duro es el más acorde a una Iglesia fiel a su Señor...

Como en otras ocasiones, hoy se cantaba en la celebración: "Tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad".  Y les estaba dando vueltas al sentido profundo de esas palabras. Que lo que nos dice Jesús de Nazaret es camino. Que son palabras para hacerlas vida en nosotros. Es el estilo que tenemos que ir imponiendo en todo lo que hacemos.
Y la eucaristía, la celebración, el encuentro que tenemos los cristianos es fraternidad. Es algo que tiene que hacernos crecer en fraternidad, en solidaridad, en compasión y ternura... Si no es así, nuestra eucaristía es falsa, es un mero rito.

Y sigue el comentario de J.A.Pagola: "La hora del testimonio. Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia  o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendréis ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto..."

Eso mismo: una llamada a ser testigos humildes pero convincentes del mensaje y proyecto de Jesús de Nazaret.

Texto del evangelio de Lucas, 21, 5-19

domingo, 6 de noviembre de 2016

Domingo 6 de noviembre de 2016

Resultado de imagen de Dios de vivosLa lectura del evangelio de este domingo nos trae un tema ante el que nos quedamos como sin palabras: ¿Qué pasa después de la muerte? ¿Hay resurrección o no? ¿Y eso de la vida eterna?
Con nuestra visión y nuestro modo de entender (físico y corporal) sólo sabemos proyectar hacia el futuro lo que podría pasar... Y siempre nos quedamos cortos porque nadie ha regresado para decirnos qué pasa después.
Creo que Jesús nos marca la dirección correcta: la confianza total en Dios nuestro padre. Vemos en Él la raíz y el origen de nuestra vida (de toda vida, de todo lo que existe) y entiendo que sigue presente en nuestra realidad recreando constantemente y empujándonos hacia una vida más plena, más humana, más solidaria y justa.
Creo que vengo del amor (de mis padres, de mis abuelos, de mis antepasados) y mi vida tiene que ser caminar en esa línea hacia el amor (que es Dios mismo). Como regresar a la fuente de donde vengo. Aunque, ciertamente, no tengo ni idea de cómo puede ser.

Para completar el comentario sobre el tema de este texto de Lucas, me gusta lo que dice Fray Marcos: "Los cristianos hemos sido tan retorcidos, que hemos tergiversado hasta el núcleo central del mensaje de Jesús. Él puso la plenitud del ser humano en el amor, en la entrega total, sin límites a los demás. Nosotros hemos hecho de esa misma entrega una programación. Soy capaz de darme, con tal que me garanticen que esa entrega terminará por redundar en beneficio de mi ego (la vida eterna)...
¿Te preocupa lo que será de ti después de la muerte? ¿Te ha preocupado alguna vez lo que eras antes de nacer? Tú relación con el antes y con el después tiene que responder al mismo criterio... Para Dios eres exactamente igual en este instante que millones de años antes de nacer o millones de años después de morir."...porque para Él, todos están vivos". ¿No podría ser esa la verdadera plenitud humana? ¿No podríamos encontrar ahí el auténtico futuro del ser humano?... ¿No podría ser, que el consumirnos en favor de los demás, fuese la auténtica consumación del ser humano? ¿No es eso lo que celebramos en cada eucaristía? 
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (20,27-38)

Se acerca vuestra liberación

Esta despiertos en todo tiempo 1 de diciembre 2024 Este domingo comenzamos el tiempo de Adviento. Acostumbramos a celebrarlo como una prepar...