Domingo 26 de Junio de 2016
Hay pasajes y textos del evangelio que se han tomado como dirigidos y aplicados expresamente a grupos escogidos dentro de la Iglesia. Seguro que con buena intención. Pero, me parece a mí, que eso es una equivocación.
La buena noticia del evangelio, las palabras de Jesús, van dirigidas a todos. Porque su propuesta es universal. Se trata de un estilo de vida. Algo que nos transmite como algo que refleja lo mejor posible el diseño de Dios mismo como vida de los hombres y mujeres que llenan nuestro planeta.
Este domingo es un día de elecciones, de votar lo que queremos para nuestra sociedad.
-Qué debemos votar? Hay opciones para todos los gustos. Y, seguro, que cada uno tiene argumentos a favor de lo que decida. Pero... mirando a través de la manera y estilo de vida de Jesús de Nazaret, creo que no vale cualquier respuesta.
Jesús se coloca entre los más débiles, entre los marginados, entre los que no cuentan en política ni en economía ni en importancia social.
La buena noticia del evangelio, las palabras de Jesús, van dirigidas a todos. Porque su propuesta es universal. Se trata de un estilo de vida. Algo que nos transmite como algo que refleja lo mejor posible el diseño de Dios mismo como vida de los hombres y mujeres que llenan nuestro planeta.
Este domingo es un día de elecciones, de votar lo que queremos para nuestra sociedad.
-Qué debemos votar? Hay opciones para todos los gustos. Y, seguro, que cada uno tiene argumentos a favor de lo que decida. Pero... mirando a través de la manera y estilo de vida de Jesús de Nazaret, creo que no vale cualquier respuesta.
Jesús se coloca entre los más débiles, entre los marginados, entre los que no cuentan en política ni en economía ni en importancia social.
El otro día ví el comienzo de una película (en la televisión) y escuché el diálogo de los protagonistas: "-Lo que importa es el dinero. -Pero no dicen que lo más importante es el amor? -Sí, el amor... El amor al dinero".
Una sociedad así tiene su dios: el dinero. Y si me dicen que, en estos años de crisis, de recortes y restricciones, en nuestro país ha crecido un 50% el número de millonarios... algo anda mal. Porque una proporción similar ha sido el crecimiento de la pobreza y la precariedad.
Dónde puedo colocarme?
José Antonio Pagola hace estos comentarios: "Seguir a Jesús es toda una aventura. Él no ofrece a los suyos seguridad o bienestar. No ayuda a ganar dinero o adquirir poder. Seguir a Jesús es «vivir de camino», sin instalarnos en el bienestar y sin buscar un falso refugio en la religión. Una Iglesia menos poderosa y más vulnerable no es una desgracia...
Abrir caminos al reino de Dios trabajando por una vida más humana es siempre la tarea más urgente. Nada ha de retrasar nuestra decisión...
No es posible seguir a Jesús mirando hacia atrás. No es posible abrir caminos al reino de Dios quedándonos en el pasado..."
Creo que todos, o casi todos, tenemos la tentación de mirar atrás. En nuestra vida como iglesia, como sociedad, como política. Y quizás llego a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor... Pero es la realidad de hoy, de ahora, la que nos cuestiona: la inmigración, el paro, los deshaucios, la deshumanidad en las relaciones sociales.
Si mi opción es seguir a Jesús de Nazaret... "el que echa mano al arado y sigue mirando atrás no no vale para el reino de Dios". Así de contundente!
Texto del evangelio de Lucas (9, 51-62)
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