El texto que nos proponen en la eucaristía de este domingo es un texto del evangelio de Juan. Es un fragmento bien corto: Toma la imagen del pastor y de sus ovejas... Una imagen que ya comienza a resultar extraña para los que vivimos en la ciudad.
José Antonio Pagola lo subraya de esta manera: Jesús "solo subraya dos rasgos, los más esenciales e imprescindibles: «Mis ovejas escuchan mi voz… y me siguen». Después de veinte siglos, los cristianos necesitamos recordar de nuevo que lo esencial para ser la Iglesia de Jesús es escuchar su voz y seguir sus pasos..."
Y es que, finalmente, lo importante, lo único importante es seguirle. Meternos en el evangelio, escuchar su voz, hacer nuestro su mensaje, su estilo de vida y seguirle. Y creo que eso quiere decir hacer nuestro su proyecto, su buena noticia del reino de Dios.
"La aventura -sigue el comentario de J.A.Pagola- consiste en creer lo que él creyó, dar importancia a lo que él dio, defender la causa del ser humano como él la defendió, acercarnos a los indefensos y desvalidos como él se acercó, ser libres para hacer el bien como él, confiar en el Padre como él confió y enfrentarnos a la vida y a la muerte con la esperanza con que él se enfrentó...
"Si quienes viven perdidos, solos o desorientados pueden encontrar en la comunidad cristiana un lugar donde se aprende a vivir juntos de manera más digna, solidaria y liberada siguiendo a Jesús, la Iglesia estará ofreciendo a la sociedad uno de sus mejores servicios..."
Me parece tan bien expresado que no me alargo más en mi comentario. Nuestra comunidad cristiana, nuestra propia actitud personal tiene que ir marcada por la manera de ver y hacer de nuestro Maestro Jesús de Nazaret.
Texto del evangelio de Juan (10,27–30)
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