Entre los cristianos católicos (supongo que también entre la gente de otras religiones) nos encontramos con una buena proporción de personas que su vida religiosa viene marcada por la "tradición", lo que se ha hecho siempre, lo que nos han enseñado... Una práctica y una tradición que apenas toca la vida. No se ve cuestionada ni plantea mayores problemas. La misa, la comunión, los rezos y devociones, las novenas, las procesiones... La tradición en la iglesia es muy amplia y completa una gama enorme de "prácticas" recomendadas que abarcan todas las fiestas y aspectos de lo que se llama la "vida cristiana".
La pregunta que me hace Jesús de Nazaret es si toda esa tradición no será algo meramente "humano". Costumbres, prácticas y cultura que los hombres religiosos han ido acumulando a lo largo de los siglos... Y el esfuerzo que he venido haciendo por "cumplir" haga referencia a "preceptos humanos", como dice Jesús de Nazaret. Y, mientras tanto, dejo de lado el "mandamiento de Dios"...
Y, una vez más, trato de centrar mi pensamiento y mi vida en el mensaje central de Jesús: (Refiriéndose al reino de Dios)...No todo el que dice Señor, Señor entrará en él, sino el que hace la voluntad de mi padre.
¿Su voluntad? Volvemos al estribillo de siempre: "Dar de comer, dar de beber, visitar al enfermo, vestir al desnudo..." Una manera de hacer y de vivir en la que "ser humano", fraterno, compasivo y atento hacia el prójimo... especialmente hacia aquel que ha caído en manos de los "bandidos y salteadores" del camino. No es necesario que expliquemos mucho quiénes son esos bandidos y salteadores en el mundo de hoy... Y cuántos "prójimos" tirados en el camino, heridos, humillados, despreciados y marginados! Ésa es la voluntad de nuestro padre.
José Antonio Pagola hace un comentario largo sobre el texto de hoy. Recojo solamente este párrafo: “El culto que me dan está vacío”. Cuando nuestro corazón está lejos de Dios, nuestro culto queda sin contenido. Le falta la vida, la escucha sincera de la Palabra de Dios, el amor al hermano. La religión se convierte en algo exterior que se practica por costumbre, pero donde faltan los frutos de una vida fiel a Dios."
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