Domingo 20 de Julio de 2014
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Resulta reconfortante escuchar al Maestro Jesús de Nazaret contándonos estas parábolas... Sí, también ahora, en este tiempo, necesitamos volver a sentir y hacer nuestra la enseñanza: El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza... O se parece a la levadura...
Leo el evangelio, reflexiono, quiero sentir como lo hacían aquellas personas que estuvieron con él; pero el mundo que me rodea, la sociedad que tenemos me aparece como indiferente y lejana. Centrada y manipulada por los poderosos, por los grandes medios de comunicación, por el dinero y por el consumo, considera que todo eso del evangelio, las palabras del Maestro son pura utopía, sueños de personas que no pisan el suelo. Y llego a pensar que tal vez tienen razón, que un mundo justo y solidario, una sociedad en la que las personas sean lo más importante... está muy lejos de nosotros.
Y sin embargo... "Es como la levadura..."
Seguramente es así: yo no soy nadie, no significo nada, apenas si puedo representar unos pocos gramos...; pero lo mismo pasa con la levadura.
Es el valor de las cosas pequeñas, de lo que es casi invisible, de lo que no aparenta, lo que no pesa, lo que puede parecer hasta despreciable.
Como el grano de mostaza...
Creer en Jesús de Nazaret, creer en la Buena Noticia del reino de Dios, vivir entregado a esa causa. Una sociedad, una humanidad nuevas. Un estilo diferente basado en esos valores que nos da Jesús, en el que lo que importa e interesa es el corazón, la compasión, la ternura, la sensibilidad hacia las personas (especialmente hacia aquellas que están marginadas, que son despreciadas y humilladas).
Vivir así y dejar de lado tantas cosas que a lo largo de nuestras vidas se han ido acumulando como importantes, como necesarias, como obligatorias incluso.
El reino de Dios se parece a...
Quiero dar ese paso y vivir de esa manera.
Texto del evangelio de Mateo (13,24-43)
Leo el evangelio, reflexiono, quiero sentir como lo hacían aquellas personas que estuvieron con él; pero el mundo que me rodea, la sociedad que tenemos me aparece como indiferente y lejana. Centrada y manipulada por los poderosos, por los grandes medios de comunicación, por el dinero y por el consumo, considera que todo eso del evangelio, las palabras del Maestro son pura utopía, sueños de personas que no pisan el suelo. Y llego a pensar que tal vez tienen razón, que un mundo justo y solidario, una sociedad en la que las personas sean lo más importante... está muy lejos de nosotros.
Y sin embargo... "Es como la levadura..."
Seguramente es así: yo no soy nadie, no significo nada, apenas si puedo representar unos pocos gramos...; pero lo mismo pasa con la levadura.
Es el valor de las cosas pequeñas, de lo que es casi invisible, de lo que no aparenta, lo que no pesa, lo que puede parecer hasta despreciable.
Como el grano de mostaza...
Creer en Jesús de Nazaret, creer en la Buena Noticia del reino de Dios, vivir entregado a esa causa. Una sociedad, una humanidad nuevas. Un estilo diferente basado en esos valores que nos da Jesús, en el que lo que importa e interesa es el corazón, la compasión, la ternura, la sensibilidad hacia las personas (especialmente hacia aquellas que están marginadas, que son despreciadas y humilladas).
Vivir así y dejar de lado tantas cosas que a lo largo de nuestras vidas se han ido acumulando como importantes, como necesarias, como obligatorias incluso.
El reino de Dios se parece a...
Quiero dar ese paso y vivir de esa manera.
Texto del evangelio de Mateo (13,24-43)
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