“Píntame angelitos negros…”
EL VATICANO
COMETE UN GRAVE
ERROR
Bruno Renaud
¡Tremenda vergüenza para los católicos
latinoamericanos! El Estado Vaticano – Benedicto XVI es su monarca absoluto –
es el primer Estado que ha dado su visto bueno a la impostura, el insulto, la
ignominia, que se cometió en Paraguay. Luego siguieron, no era para
menos, otros gobiernos de la rastrera, de la ruin Europa: el español Rajoy, y
la alemana Merkel. ¡Peones del
rey dinero!
¡Tremenda traición a los
pueblos de América Latina! El Nuncio de Su Santidad, Mons. Eliseo Arrioti fue el primero en
visitar al impostor Franco con estas palabras: "He venido a honrar a las
autoridades paraguayas". Arrioti puede
ser un oscuro funcionario clerical, como existen centenares en el mundo; pero,
quiérase o no, él es el máximo representante del papa Benedicto en Paraguay.
¡Qué afrenta, pues, para los campesinos engañados por una cábala nada inocente!
¡Qué otra tremenda metida de pata, de parte de un Pontífice que no logra salir
de su propio “mal gobierno”, esa misma acusación que levantan contra el
Presidente Lugo!
Esta es una auténtica
bofetada en el rostro de los pueblos que condenan las dictaduras, las cuales
provocan víctimas en las filas de los más pobres. ¿Cómo no darse cuenta que,
con fachadas o no, estos ejercicios innobles nos vienen teleguiados por el
mandamás imperial que quiere recuperar el dominio de su patio trasero amenazado
en el sub-continente? “La decisión fue de Herodes y firmada por Pilatos”, decía
un cronista reciente. O también, con palabras de otro: “Detrás del
retorno de la mafia de Stroessner, la inteligencia norteamericana”.
"La
paz es un don de Dios y sobre todo un don de los hombres. Voy a leer un mensaje
durante la misa", anotó Ariotti. Y vimos efectivamente al buen cristiano
de Franco comulgando de la mano del funcionario eclesiástico. Jesús de Nazaret
habría gritado: “¡Hipócritas! ¡Sepulcros blanqueados!”. Los hombres de Iglesia
que no son hombres de Dios están acostumbrados al vocabulario dulzón, almibarado,
que oímos del Nuncio: palabras de fuego, pero acunadas en poltronas algodonadas
para poltrones sin sentido del coraje. ¿Qué peso habrá tenido, en esta decisión
tan desacertada del Nuncio, la consideración de los campesinos que siguen
luchando por la reforma agraria, una y mil veces prometida y archivada? Y antes
de dar un paso tan equivocado, que ni siquiera los jefes de gobierno chileno,
peruano, colombiano o mexicano se han atrevido a tomar, ¿cómo aceptar que,
violentamente, el recién estrenado Presidente Franco archive inmediatamente la
comisión de investigación, inicialmente nombrada para analizar cómo se provocó
la masacre de la cual se acusa ahora, sin ninguna prueba, a Lugo?
El
Papa, y su entorno vaticano, nos invitan a un nuevo esfuerzo de evangelización
en el continente: año 2007, Aparecida, Brasil. Pero el mismísimo Papa y su
entorno de funcionarios de alto nivel y bajo calibre cristiano, se encargan de
deshacer de un solo manotazo los esfuerzos de múltiples y humildes cristianos.
Estos, por su grito a favor de la justicia y la liberación, hacen más por la “buena nueva” de Jesús que una jerarquía eclesiástica o un
Nuncio portador de malas noticias.
Sacerdote de Petare
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