3 de octubre 2010 - 27º domingo tiempo ordinario
"Hemos hecho lo que teníamos que hacer"
Escuchar al Maestro insistir una y otra vez en el Reino de Dios, en la nueva manera de vivir, en la justicia y las bienaventuranzas debió causar en aquellos hombres y mujeres que le seguían una sensación de ilusión, de utopía, de cierta esperanza lejana...
Y es que la realidad social que les tocaba vivir no se prestaba a tales ilusiones. El Imperio Romano estaba allí, los poderosos gobernaban con mano dura y el pueblo (sí, el pueblo de Israel) estaba esclavizado como en los tiempos antiguos. Los pobres eran cada vez más pobres y las viudas, los extranjeros e inmigrantes debían suportar las condiciones que la escasez y la miseria les permitían.
Aquellos hombres le dicen a Jesús: "Auméntanos la fe".
A lo largo de los siglos se ha leído ese evangelio. Se ha explicado y predicado esa petición. Y nos hemos quedado con la frase como si fuera una especie de invocación o jaculatoria. "Auméntanos la fe". Y la historia nos muestra una humanidad que, a pesar de estar bautizada (me refiero a los pueblos de occidente, sobre todo), a pesar de escuchar y repetir dicha invoación, ha vivido un gran y larguísimo via-crucis de dolor y de muerte, de opresión e injusticias, de un estilo de vida tan lejos del Reino de Dios y del estilo que predicada Jesús de Nazaret, que tenemos la impresión de esar como al principio: "Auméntanos la fe".
Y ahí está la respuesta de Jesús: "Si tuviérais fe como un granito de mostaza..."
Y yo me pregunto: -Qué es la fe? El catecismo que estudiamos de niños respondía que es "creer los que no vemos". Con esa respuesta nos remitían a las cosas del más allá, al cielo, al infierno, a los ángeles, a todos esos "dogmas" que se predicaban en la iglesia... Todo ello, tan lejos de la realidad de nuestra vida, que no nos afectaba para nada. Y se reducía a decir: Amén. Vela, de acuerdo. Lo acepto. Si con eso dices que me voy a salvar... pues está bien.
Ahora me lo vuelvo a preguntar y todas aquellas respuestas no me sirven. La fe tiene que ser algo que afecte a mi vida, la de ahora. La mía y la de mis hermanos, mis vecinos, los que me rodean... Fe, entiendo que es fiarme de lo que me dice Jesús, de asumir su estilo de vida, su manera de pensar y de hacer... y tirar p'alante.
Si me fío y acepto lo que Jesús dice, eso afecta a mi vida y a mi comportamiento en todos los terrenos: en casa y en el trabajo, en la calle y en la oficina, en la acogida a los inmigrantes y en mi estilo de vida y consumo.
Y la vida, la que tenemos ahora, o bien la construimos siguiendo las pautas del evangelio o buscamos apaños y arreglos con el dinero, con el capital, con las empresas, con los que mandan...
Hace unos días se celebró una "huelga general" para protestar por una Reforma Laboral propuesta por el gobierno, apoyada por los grandes y poderos, exigida desde la cúpula de los gobiernos de Europa... No es fácil entender y dar respuesta a todo. Cada altavoz proclama y reclama lo que más le conviene y a mí me produce un montón de dudas y preguntas sin respuesta.
Nuestro mundo, mundo rico y del bienestar, se halla metido en una crisis económica en la que los grandes quieren seguir ganando y hacerse más ricos. Los que venían disfrutando de tantos bienes y riquezas se han visto obligados a reducir sus bienes y posibilidades. Y los más débiles se ven arrinconados sin medios, sin trabajo, sin salidas...
Los gobiernos, aún pretendiendo hacer lo mejor, terminan castigando a los más débiles y el dinero y el capital son ciegos para ver a tantos despojos de esta misma sociedad del bienestar.
"Si tuvierais fe..." Si creyéramos en la palabra de Jesús, deberíamos encontrar la manera de compartir lo mucho que hay en este mundo rico de forma que alcanzara a todos.
Y no se oye mucho eso de reducir las ganancias, dividir entre, ganar menos para todos tengan suficiente... Esa sería la manera. Cuando en casa hay poco, se reparte entre todos lo poco que hay. En un pueblo, en una región, en una fábrica, en un país... ¿no debería ser así? "Si tuvierais fe..."
Y si nos decidimos a vivir así... y hacemos todo lo posible para que a nuestro alrededor llegue y se haga realidad, entonces tenemos que aprender a ver las cosas con el sentido del humor de Jesús: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer".
Porque ésa es nuestra razón de vivir. Y ésa será también nuestra fe: fiarnos de Jesús y seguir su camino. Amén.
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