- "¿Das tu adhesión al Hijo del hombre?"
- "Y ¿quién es, Señor, para dársela?"
19 de marzo 2023
Nuevamente escuchamos un texto del evangelio de Juan. Es un texto conocido y mucho más profundo que la narración de un milagro o señal de los que hizo Jesús de Nazaret. Bueno, todo el evangelio de Juan es mucho más que una narración de hechos o acontecimientos de la vida de Jesús. Como suelen comentar los especialistas y entendidos se trata de toda una meditación o maduración de la propia comunidad de seguidores de Jesús.
Y como escribe José Antonio Pagola: -"El relato es inolvidable. Se le llama tradicionalmente la «curación del ciego de nacimiento», pero es mucho más, pues el evangelista nos describe el recorrido interior que va haciendo un hombre perdido en tinieblas hasta encontrarse con Jesús, «Luz del mundo».
Me atrevería a decir que ése es precisamente el recorrido que tiene que hacer cada uno/a de nosotros/as si queremos seguir al Maestro. Porque, a menudo, creemos saber y conocer todo sobre Jesús o sobre el evangelio; pero, quizás, seguimos en las tinieblas como el ciego del texto.
En algunos casos, al referirse a la persona de Jesús se hace como si se hablara de un personaje más de la historia, como de alguien del pasado. Pero que en nada afecta a la vida.
En otras ocasiones se habla o se presenta a Jesús como formando parte de una Institución religiosa al margen de lo que importa en la vida.
Algo así son las tinieblas de nuestra vida: Atendemos a la Ley, a los Ritos y Ceremonias, a lo establecido en la Institución...; pero ¿cómo responderíamos a la limpieza de nuestros ojos? ¿Qué le diríamos a Jesús si nos preguntara: - ¿Das tu adhesión al Hijo del hombre?
Fray Marcos nos ayuda con este comentario: -"El relato es simbólico, como la Samaritana del domingo pasado y la resurrección de Lázaro del próximo. Se propone un proceso catecumenal que lleva al hombre de las tinieblas a la luz; de la opresión a la libertad; de no ser nada a ser plenamente hombre. Jesús acaba de decir: “Yo soy la luz del mundo”. Lo repite y lo va a demostrar dando la vista al ciego. Jesús no le consulta, pero no suprime su libertad, le da la oportunidad, pero la decisión queda en sus manos. Tendrá que ir a lavarse. Los demás personajes siguen en su ceguera: fariseos, apóstoles, paisanos, padres."
También nosotros nos encontramos con muchas personas que ni siquiera se plantean nada de todo eso. ¿Crees en el Hijo del Hombre? ¿Le das tu adhesión? Y tendremos que adentrarnos en nosotros mismos y ver qué tipo de adhesión guardamos.
José Antonio Pagola añade este comentario: -"Cuando Jesús se encuentra con aquel hombre a quien nadie parece entender, solo le hace una pregunta: «¿Crees en el Hijo del hombre?», ¿crees en el Hombre nuevo, el Hombre plenamente humano precisamente por ser encarnación del misterio insondable de Dios? El mendigo está dispuesto a creer, pero se encuentra más ciego que nunca: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?».
Tal vez ya sabemos la respuesta que le dió al ciego. ¿He llegado yo a escucharla?
Texto del evangelio de JUAN 9, 1-41
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