Domingo 3 de diciembre de 2017
Hemos comenzado el Adviento. Y nos insisten en los comentarios del texto de Marcos en la vigilancia, en la preparación, en la venida o la vuelta del Señor...
Y hasta nos aferramos a las palabras de los profetas de Israel para que, al igual que el pueblo judío, no perdamos la esperanza de que viene el Mesías a salvarnos.
Es el ciclo que repetimos cada año y, tal vez, a fuerza de repetirlo, dejó de ser importante en nuestra vida. Y la publicidad y los medios de comunicación nos avasallan incitándonos al consumo cada vez mayor.
Pero es ésa la preparación que Jesús de Nazaret nos proponía para acoger la "buena noticia del reino de Dios"? Reducimos la venida del Señor al recuerdo del nacimiento físico de Jesús de Nazaret? O a la "segunda venida", como rezaban los seguidores de las primeras comunidades...? Quizás lo que nos falta es, precisamente, la actitud de atención y acogida, el cambio y conversión que proclamaba Jesús al anunciar el reino de Dios.
Una vez más leo y releo el comentario que hace Fray Marcos. Copio estos párrafos: "La clave del relato evangélico está en la actitud de los criados. Nos quiere decir que Dios está siempre viniendo. Él es “el que viene”. La humanidad vive un constante adviento, pero no por culpa de un Dios cicatero que se complace en hacer rabiar a la gente obligándole a infinitas esperas antes de darle lo que ansía. Estamos todavía en Adviento, porque estamos dormidos o soñando con logros superficiales, y no hemos afrontado con la debida seriedad la existencia. Todo lo que espero de fuera, lo tengo ya dentro...
Vigilad... Se trata de vivir a tope una vida que puede transcurrir sin pena ni gloria. Si consumes tu vida dormido, no pasa nada. Esto es lo que tendría que aterrarte; que pueda transcurrir tu existencia sin desplegar las posibilidades de plenitud que te han dado. La alternativa no es salvación o condenación. Nadie te va a condenar. La alternativa es: o plenitud humana o simple animalidad...
El ser humano sigue esperando una salvación que le venga de fuera, sea material, sea espiritual. Pero resulta que la verdadera salvación está dentro de cada uno. En realidad Jesús nos dijo que no teníamos nada que esperar, que el Reino de Dios estaba ya dentro de nosotros. En este mismo instante está viniendo. Si estamos dormidos, seguiremos esperando..."
Como muy bien dice: Tendría que preocuparnos seriamente el que vivamos nuestra vida sin más perspectiva que la que nos propone la publicidad, el consumo, la moda... olvidando darle sentido y plenitud a nuestra existencia. Y ahí entra de nuevo el mensaje de Jesús de Nazaret: "Convertíos, dad vuelta a vuestra vida y acoged el reino de Dios que ya está dentro de vosotros"... Despertad, estad atentos, vigilad!
Texto del evangelio de Marcos (13, 33-37)
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