7 de julio 2013 - 14º domingo tiempo ordinario
"¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.”...
Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios"
"¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa.”...
Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios"
Escucho el texto de Lucas (el de este domingo) y me parece revivir lo que debió ser el estilo de aquella primera generación de seguidores de Jesús: "No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias... Y cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta casa..."
Hombres y mujeres de paz. Personas que anuncian buenas noticias a los que más las necesitan: los humildes, los desfavorecidos, los oprimidos, los que andan tan desanimados y sin esperanza, los últimos... "El reino está cerca de vosotros..."
Jesús llega a decir que "el reino está dentro de vosotros..."
Quizás ahí está nuestra dificultad. Hemos buscado lejos lo que está a nuestro lado (o mejor dentro de nosotros mismos). El reino. Una humanidad solidaria y justa. Una sociedad marcada por la compasión y la ternura. La esperanza puesta en las palabras de nuestro Maestro Jesús y no en nuestros medios, en nuestro dinero, en las influencias y discursos...
Me hace gracia que ante las maravillas que "han conseguido (hasta los demonios se nos someten en tu nombre...)", el Maestro les señala: "estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo..." Lo que viene a ser como decir: La razón de nuestra alegría no es por los éxitos y maravillas que podamos conseguir, por los eventos y actividades que desarrollamos, por las manifestaciones, encuentros, presentaciones y discursos... sino porque nos hemos apuntado al nuevo estilo de vida del Maestro. Porque vamos descubriendo el reino que está cerca, que está dentro de nosotros mismos. Porque el mundo nuevo, la humanidad nueva comienza a verse en mí mismo.
"Paz a esta casa". Que sea lo primero que comunique como señal de la nueva vida!
Texto del evangelio de Lucas (10,1-12.17-20)
Hombres y mujeres de paz. Personas que anuncian buenas noticias a los que más las necesitan: los humildes, los desfavorecidos, los oprimidos, los que andan tan desanimados y sin esperanza, los últimos... "El reino está cerca de vosotros..."
Jesús llega a decir que "el reino está dentro de vosotros..."
Quizás ahí está nuestra dificultad. Hemos buscado lejos lo que está a nuestro lado (o mejor dentro de nosotros mismos). El reino. Una humanidad solidaria y justa. Una sociedad marcada por la compasión y la ternura. La esperanza puesta en las palabras de nuestro Maestro Jesús y no en nuestros medios, en nuestro dinero, en las influencias y discursos...
Me hace gracia que ante las maravillas que "han conseguido (hasta los demonios se nos someten en tu nombre...)", el Maestro les señala: "estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo..." Lo que viene a ser como decir: La razón de nuestra alegría no es por los éxitos y maravillas que podamos conseguir, por los eventos y actividades que desarrollamos, por las manifestaciones, encuentros, presentaciones y discursos... sino porque nos hemos apuntado al nuevo estilo de vida del Maestro. Porque vamos descubriendo el reino que está cerca, que está dentro de nosotros mismos. Porque el mundo nuevo, la humanidad nueva comienza a verse en mí mismo.
"Paz a esta casa". Que sea lo primero que comunique como señal de la nueva vida!
Texto del evangelio de Lucas (10,1-12.17-20)
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