25 de diciembre
Fiesta de Navidad
Cuántas maneras de celebrar esta fiesta. En nuestra tierra, en nuestra sociedad, dentro de cada uno hay un montón de tradiciones, costumbres y modos diferentes de entender y de vivirla.
Fiesta de encuentros de familia. Personas que vuelven a casa. Otras muchas que, desde lejos, envían sus mejores deseos y sentimientos. Fiestas religiosas con sus belenes y villancicos y la misa especial del gallo o simplemente la misa mayor del día de Navidad. Por supuesto que están también las salidas y encuentros con los amigos y cuadrillas: las comidas, los dulces, los turrones...
Todo eso a raíz del nacimiento de un niño allá por los territorios de Judea hace más de dos mil años...
Como me dice un amigo, "mucha gente siente algo especial dentro de sí en estos días, aunque haya muchos que, como papagayos, repiten una y otra vez felices fiestas y prospero año nuevo..."
Quizás no sepamos expresar bien todo eso. Pero es seguro que la fiesta de la Navidad es mucho más que las comidas, los encuentros familiares, los belenes y los villancicos.
Y ése es el pensamiento que me ronda en estos momentos. Las comunidades de cristianos (tal como nos cuentan los evangelios de Mateo y de Lucas) intentaron expresar sus sentimientos con unas narraciones que tenían un significado muy profundo. Ellos conocían la biblia y sabían de derrotas y desesperanzas, de sufrimientos y miserias; pero al conocer a Jesús de Nazaret tuvieron muy clara una cosa: seguir a Jesús era algo tan nuevo y tan distinto que era como palpar el reino de Dios ya dentro de cada uno. Era un mundo diseñado a la medida de ese Dios al que Jesús llamaba papá. Y, claro su nacimiento tenía que sera algo muy especial... Y ahí tenemos esas narraciones con su encanto y ternura; pero que tienen que llevarnos al Jesús de Nazaret, al Maestro, al que nos pedía: Convertíos, el reino de Dios lo tenéis dentro de vosotros. Sólo tenéis que activarlo y empezar a vivir como hermanos. Que lo que más importa es el cariño y la ternura...
Creo que tenemos que entender eso. No es el hecho del nacimiento de Jesús en Belén o en Nazaret, en tal fecha o en tal otra. ni si aparecieron ángeles o llegaron reyes de Oriente...
Benjamín Forcano hace un comentario que me parece muy centrado y profundo:
- "Nunca como hoy tanta riqueza y nunca tanta pobreza.
- Nunca tanto intercambio sociocultural y político, y nunca tanta desconfianza y hostilidad.
- Nunca tanta comunicación y nunca tantas barreras para una veraz información.
- Nunca tanta declaración de derechos humanos y nunca tanta transgresión de los mismos..."
- "Las razas son relativas. Las religiones, las lenguas ,las patrias, las culturas son relativas.
- Lo absoluto es el amor a toda persona,el no querer el mal para nadie, el no explotar a nadie, el no humillar a nadie, el no discriminar a nadie, el no engañar a nadie..."
Es Navidad. Tiempo para reencontrar el camino y seguir las huellas del Maestro.